"No es suficiente saber, también hay que aplicar. No es suficiente querer,también hay que hacer" - Goethe

martes, 2 de septiembre de 2014

Aprender es actuar

Desde los años 70 y Timothy Gallway el coaching se ha convertido en una forma de vida, un conjunto de hábitos conscientemente creados, que permiten a cualquier  individuo o grupo alcanzar lo deseado sea en la área deportiva, laboral, financiera, empresarial, social, familiar o personal. Es más que un método personalizado, es la alternativa más rápida y eficaz de aprender cómo ser autosuficiente a la hora de gobernar tu propia vida con éxito. Por eso el Coaching, como bien dice Diego Gutiérrez, es un proceso de entrenamiento-aprendizaje, que consiste en despertar el talento y los recursos de la persona para incrementar al máximo su rendimiento personal, elaborando un plan de acción, un plan de cambio con metas u objetivos y al mismo tiempo eliminando los obstáculos internos que podrían desbaratar su plan.

En mi interpretación la pregunta principal del Coaching que todo ser humano se hace o debería hacerse a diario es: ¿Cómo puedo ser mejor? Y no simplemente mejor, sino lo mejor dentro de mis propias posibilidades.
De eso se trata el coaching, es un método que se enfoca en el ser, en el mundo interior de la persona, en sus deseos y necesidades y genera un cambio desde dentro, lo que le permite no solo obtener mejores resultados, sino alcanzar la excelencia, aprovechando el deseo de permanecer en la mejora continua, que nos caracteriza a todos. La excelencia significa algo diferente para cada uno de nosotros, tu excelencia se diferencia de la mía. Ser excelente solo tiene sentido en comparación contigo mismo, no con los demás. Ser excelente equivale dar lo mejor, dar el 100% de tí como persona, como padre, madre, hijo, hermano, cuñada, suegra y por supuesto como profesional, como miembro de la sociedad y en términos globales como ser humano. Conociendo, respetando y al mismo tiempo desafiando tus límites y tu potencial.

Durante el acompañamiento del coaching se establecen objetivos, se identifican y trabajan factores limitantes y se adquieren recursos para superar obstáculos para poder “extraer” lo mejor de ti como infinito potencial humano. El coach se podría llamar catalizador del aprendizaje que posibilita actividades y planteamientos de aprendizajes difíciles de desarrollar de forma autónoma por las personas.
Por eso el coaching puede marcar la diferencia entre un rendimiento bueno, que el coachee cree alcanzable y por consecuencia se siente capacitado para lograrlo y un rendimiento óptimo, de lo que jamás pensó que fuera posible alcanzar, es decir, por si mismo nunca hubiera intentado.

Para convertirnos cada día en la mejor versión de nosotros mismos, en el proceso de coaching nos apoyamos en dos conceptos fundamentales: aprendizaje y responsabilidad.

 “Aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información”
(Albert Einstein).
¿Qué quiere decir esa frase?
Quiere decir que estamos equivocados al querer  aprender a vivir mejor acumulando más y más información SIN APLICARLO y ser infalibles, perfectos, o sea máquinas humanas. Uno de los miedos más terribles del ser humano es no ser perfecto; sobre todo nos aterroriza que los demás descubran que no somos perfectos, que no somos lo demasiado buenos. Y por ese miedo que nos acompaña desde nuestra infancia nos cuesta tanto reconocer, que la capacidad de cometer errores es un autentico regalo, ya que cada fallo es una nueva oportunidad para aprender y es una de los requisitos de permanecer en la mejora continua. Una mala experiencia nos incentiva a esforzarnos para desarrollar alternativas diferentes, soluciones más efectivas para la próxima vez y esto se llama aprendizaje.

La mejor forma de aprender es actuar y para ello es necesario salir de nuestra zona cómoda, lo que implica tomar conciencia y  una voluntad de aprender de forma responsable.


----------------------------------------3_6_2_ Responsabilidad.
A menudo asociamos la responsabilidad con el sentimiento de culpa, sin embargo el coaching interpreta la responsabilidad como una oportunidad. Oportunidad para tomar las riendas de nuestra vida, decidir lo que queremos y lo que no, cómo lo queremos y cómo no y asumir las consecuencias. Tener la decisión es poder y aunque estamos condicionados y habituados a ello, no nos conviene transferir la responsabilidad de gobernar nuestras vidas a otras personas, ni convertirnos en víctimas de las circunstancias.
Saber y aceptar que tu eres el único responsable por tus actos y por consecuencia por tu propia vida, te brinda la oportunidad para cambiarla si no te gusta. Te permite hacer borrón y cuenta nueva siguiendo otra estrategia diferente o no cambiar nada y seguir viviendo como antes; tú lo decides. Pero si consientes que las circunstancias, la política, la economía, tu familia, la religión, el tiempo, la crisis, etc. ejerzan poder sobre ti, entonces eres tú mismo quien impide que ocurran cambios favorables en tu vida.  

Si te resignas ante tu resultado obtenido, responsabilizas a otros o a factores externos, esto te lleva directamente  al victimismo y al auto sabotaje.

Después de una derrota una segunda opción es analizar la situación y buscar explicaciones que de alguna manera te ayuden a comprender el por qué del resultado obtenido. Este puede ser el primer paso, sin embargo, las explicaciones se pueden convertir en justificaciones y las justificaciones te llevarán, otra vez al victimismo.

Lo que te propone el coaching es asumir la responsabilidad de lo acontecido, tomar conciencia de tu capacidad para encontrar nuevas estrategias de acción.

Todo pasa por tomar conciencia de que, independientemente de las circunstancias, puedes elegir quién vas a ser, lo que definirá que vas a hacer y qué vas a lograr.

lunes, 14 de julio de 2014

¡Practica emocionarte de forma inteligente!


En teoría sabemos cada vez más y más de la Inteligencia Emocional, existen innumerables estudios, experimentos, artículos científicos y también opiniones subjetivas, basadas en la experiencia personal en este tema. Sin embargo, en la práctica no prestamos demasiada atención a la Inteligencia Emocional, a pesar de que todos la tenemos,- aunque desarrollada en diferentes niveles -  la usamos, forma parte imprescindible de nuestras vidas, influye en nuestras relaciones familiares, laborales y de pareja, está presente en nuestras reacciones y acciones, en nuestra forma de expresarnos, en el modo como nos enfrentamos a los problemas, etc. Sin embargo no nos damos cuenta del poder que tenemos en nuestras manos, hasta que no nos hagamos conscientes de ello y por consecuencia no lo desarrollemos ni lo potencialicemos de forma consciente.

En nuestra vida diaria se trata de ser capaces de reconocer y controlar las propias emociones y las de los demás, beneficiándonos de nuestro poder de auto motivarnos y manejar mejor nuestras relaciones con el fin de ser más equilibrados y felices.
Nuestra capacidad de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás dice mucho del nivel de la inteligencia emocional en que nos encontramos en este momento.
¿Pero siempre hemos permanecido en este mismo nivel? ¿Hemos nacido con una determinada capacidad del manejo de las emociones o a lo largo del los años hemos logrado aprender algo de nuestras experiencias en el sentido emocional? ¿Vamos a morir con nuestra habilidad actualmente existente de controlar nuestras emociones o en el futuro vamos a ser capaces de desarrollar nuestra inteligencia emocional para tener una mejor calidad de vida a través de la mejora de nuestra relación con nosotros mismos y con las personas que nos rodean?
 
Echar un vistazo sobre el origen de la palabra emoción, nos puede ayudar a responder estas preguntas.

La palabra EMOCIÓN, viene del latín "MOTERE" (moverse). Es lo que hace que nos acerquemos o nos alejemos a una determinada persona o circunstancia.

Por lo tanto, la emoción es una tendencia a actuar y se activa con frecuencia por alguna de nuestras impresiones grabadas en el cerebro, o por medio de los pensamientos, lo que provoca un determinado estado fisiológico, en el cuerpo humano.

Todas las emociones son esencialmente IMPULSOS A LA ACCIÓN, cada una de ellas inclina al ser humano hacia un determinado tipo de conducta. Los mecanismos de las emociones que determinan esa conducta, pueden ser conducidas hacia el bien o hacia el mal. El temperamento es modificable por la experiencia. Ser consciente de las propias emociones es el primer paso para no dejarse arrastrar por ellas. Veamos ahora que es exactamente lo que podemos hacer para desarrollar nuestra Inteligencia Emocional.



·         Identificar tus verdaderos sentimientos, reconociendo tus temores y deseos.

·         Reconocer tus principios y que es lo que realmente te importa.

·         Buscar el lado positivo de los sentimientos negativos ( tuyos y de los demás)

·         Usar tus sentimientos para tomar decisiones y marcar y alcanzar objetivos.

·         Sonreír. Convertir el enfado en energía productiva y utilizarlo para llenarte tú mismo de ella.

·         Realizar ejercicios de respiración/meditación ya que ayudan a reducir la tensión interior.

·         Mostrar empatía, comprensión y aceptación hacia los sentimientos de los demás.

·         Escuchar,  antes de aconsejar, sermonear, juzgar u ordenar

·         Animarte a ir más allá de tu zona de confort en cuanto a tu compromiso y dar la bienvenida a los retos.

·         Enfrentarte a tus sentimientos

Si los sentimientos son incómodos no huyas de ellos. Párate por lo menos una vez al día a reflexionar y preguntar: “¿Cómo me siento?”

·         Encontrar las conexiones entre tus sentimientos

Cuando surja un sentimiento difícil, pregúntate: “¿Cuándo he sentido esta sensación anteriormente?” Intenta recordar cómo superaste esa sensación, qué mecanismos utilizaste.

·         Aprender a gestionar sentimientos contradictorios

Muchas veces nuestros sentimientos se contradicen unos con otros. Eso es normal. Escuchar a tus sentimientos es como escuchar a todos los testigos de un caso judicial. Sólo admite las pruebas que te llevarán a lograr un mejor veredicto.

·         Escuchar a tu cuerpo

Un nudo en el estómago mientras conduces hacia el trabajo puede ser un indicio de que tu trabajo es una fuente de estrés. Un aleteo en tu corazón cuando ves a una chica/o podría ser el comienzo de algo grande.

·         Controlar tu nivel de estrés

Si tu nivel de estrés es alto es fácil que tengas sentimientos abrumadores. Una habilidad clave de la inteligencia emocional es la capacidad de calmarse cuando te sientes abrumado. Esta habilidad de la inteligencia emocional ayuda a mantener el equilibrio mental.

·         Usar el humor y el juego para hacer frente a los desafíos.

El humor, la risa y el juego son los antídotos naturales a las dificultades de la vida. Aligeran nuestras cargas y nos ayudan a mantener los acontecimientos en perspectiva. Una buena carcajada reduce el estrés, eleva el estado de ánimo y re-equilibra nuestro sistema nervioso.

·         Resolver tus conflictos de manera positiva

Resolver conflictos de manera sana y constructiva puede reforzar la confianza entre las personas. Cuando el conflicto no se percibe como una amenaza o castigo, favorece la libertad, la creatividad y la seguridad en las relaciones.

·         Escribir tus pensamientos y sentimientos

La investigación ha demostrado que escribir los pensamientos y sentimientos puede ayudar profundamente a las personas.

·         No revolcarse en los sentimientos negativos

Analizar demasiado los sentimientos negativos puede aumentar dichos sentimientos. La inteligencia emocional implica no sólo la capacidad de mirar hacia adentro, sino también estar presente en el mundo que te rodea.

Aristóteles resumió la Inteligencia Emocional en una sola frase:

Cualquiera puede ponerse furioso…eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta… eso no es fácil.”

Cuanto más cerca te sientas a la solución del desafío de Aristóteles, más seguro puedes estar de que estás en el buen camino hacia un nivel de Inteligencia Emocional más alto.

 

lunes, 16 de junio de 2014

5 beneficios del coaching que pueden cambiar tu vida


En el proceso del Coaching ocurre una transformación impulsado por el aprendizaje experimental, atravesando un periodo de transición habitualmente difícil y dolorosa. El cambio (permanente después de la transición) no se puede forzar ni apresurar, porque como consecuencia de un comportamiento conscientemente modificado simplemente acontece. En este momento crucial desparece el dolor y la dificultad y uno se encuentra en un estado de flujo casi eufórico, debido a su propia liberación mental y a la consciencia de su propio potencial, que a su vez a menudo le lleva a la persona a un nivel espiritual superior también.  

Durante tu aprendizaje dentro del proceso del coaching tendrás que retar a ti mismo para poder reprogramarte desenvolviendo tu capacidad de:

  Tomar conciencia de dónde estás actualmente y a dónde quieres llegar

En este momento eres capaz de correr 5 kms. Pero quieres entrenarte para un maratón de 30kms. Entre dónde estás y dónde quieres llegar hay una brecha. Para conocer tu brecha, medir su profundidad y anchura, para estar convencido de que podrás atravesarla y finalmente para atreverte a hacerlo, tendrás que asomarte al borde del precipicio y estimar la distancia entre ti y tu objetivo, viendo muy claro cuán lejos éste se encuentra en el lado opuesto.  Mucha gente cree que el Coach es un mago y la brecha como por arte de magia se atraviesa, sin esfuerzo, sin compromiso y sin riesgo alguno de parte del coachee. Mientras en la realidad la magia la generas tu mismo mediante tus acciones.

  Eliminar patrones negativos de conducta y/o pensamiento, cuestionando creencias y acuerdos que te limitan

Imagina que tienes un manzano en tu jardín. Todos los días lo obsevas desde tu ventana, esperando el momento en el que puedas coger una deliciosa manzana roja y crujiente de él. Te concentras en la fruta, la visualizas, la deseas, quieres comerla antes posible, pero que las manzanas del manzano serán gordas, rojas, sanas y deliciosas o lo contrario, lo decide el estado de la raíz y del tronco de tu árbol. Si la raíz tiene parásitos, primero hay que deshacerse de ellos y solo después se puede esperar que dé frutos sanos y en abundancia. De igual manera, el ser humano sólo puede dar lo mejor de sí mismo, si a través del auto conocimiento y auto observación descubre y “descuaja” todos los pensamientos, patrones y creencias que le debilitan, preparando la tierra de su mente para el sembrado de nuevas semillas.

 

  Descubrir, sacar a la superficie y desarrollar tu potencial, fijando objetivos y generando opciones en las que antes no habías pensado

En la equitación en la historia del salto en principio los jinetes saltaban con los caballos echando su cuerpo totalmente atrás encima del salto, hasta que alguien, Federico Caprilli, se dio cuenta de que el caballo es capaz saltar obstáculos mucho más altos, si el cuerpo del jinete se mueve en armonía con el animal, acercando su centro de gravedad lo máximo posible al centro de gravedad del caballo.

Simplemente siendo creativo y abriendo su mente a nuevas  alternativas él descubrió el método más eficaz del salto con caballos de su época, sentando los fundamentos de las técnicas más avanzadas del salto de obstáculos en la equitación de hoy.  

  Elaborar un plan que te guiará hacia tu objetivo

Puede que sepas exactamente hacia donde te diriges, pero nunca llegaras sin planear el camino. Si yo decido  viajar a Paris, pero me voy sin planear primero mi ruta, y no llevo conmigo mapa o GPS, entonces o nunca llegaré a Paris, o tal vez llegaré, pero cien veces más lento que usando el mapa. Teniendo un plan de viaje, me da la seguridad de no perderme en el camino. Y esto funciona exactamente igual con cualquier meta que te propongas.

  Emprender  acción

Ahí es, donde la mayoría de las personas fallan, y dónde probablemente alguna que otra vez tú ya has fallado también. Que dices de las situaciones en las que tenías  todo planeado, sin embargo por miedo, pereza, cobardía o vergüenza no diste el primer paso, ni el segundo, ni el tercero para llegar a donde querías ir?

Es como querer ganar una competición en natación, sin pisar una sola vez la puerta de la piscina. Es algo totalmente absurdo. Como es también esperar del coach, que entrene por ti y al final seas tú quien suba a la grada más alta del estrado.

Espero que creas la oportunidad en tu vida para experimentar todos estos beneficios del coaching, independientemente de tu grado de felicidad, estado de salud o situación económica. Porque estoy convencida de que el coaching es la manera más fácil y eficaz para descubrir nuevas facetas de tu ser que aun no conoces o hasta ahora no has sabido explorar y que pueden contribuir a sentirte más realizado y feliz.

miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Eres fiel a ti mism@?

Hace unos días tuve una conversación profunda y larga con una amiga sobre la fidelidad. Aunque esta palabra solemos asociarla con la relación de pareja, para mí la fidelidad empieza por ser fiel a uno mismo, que es la raíz de ese virtud de dar cumplimiento a las promesas o acuerdos, sea en relación con nuestra pareja, nuestro trabajo, los servicios,  productos  o marcas que elegimos de costumbre. Prometer es una acción soberana, ya que exige decidir hoy lo que se va a hacer en adelante, bajo condiciones que no se pueden prever, y es así incluso si nuestras promesas las hicimos inconscientemente.


¿Pero qué quiere decir ser fiel a uno mismo?
Cada uno de nosotros, incluso los que se describen como personas liberales, muy empáticas  y/o moralmente flexibles, tiene una base sólida de principios. Acuerdos, leyes, promesas, limites o como queremos llamarlos que nos indican claramente hasta donde llegar en nuestros pensamientos, palabras y acciones, que marcan nuestros límites tanto en el sentido positivo como negativo.  Nos dicen cuál es el comportamiento (sea nuestro o de otros) aceptable según nuestros criterios, que muchas veces ni son propios, sino se basan en la mapa mental de nuestros progenitores, ejemplos de nuestra infancia, quienes no hemos podido escoger, ni hemos querido cuestionar en el pasado. El mapa mental es totalmente único y personalizado (aunque fuerzas políticas, sociales, educativas  y religiosas intentaron unificar los diferentes mapas personales de la gente a lo largo de la historia, y siguen intentándolo hoy en día también).  Además es un sistema demasiado complejo como para tener control absoluto externo sobre él (ya que no existen dos personas  -ni gemelos - con la misma percepción de experiencias) y funciona a través de automatismos inconscientes, grabados en el subconsciente de la persona.   En este matrix en constante movimiento, se refleja cada experiencia importante, emoción intensa,  e imagen imborrable que dejó su marca en nuestra alma desde la infancia hasta el momento presente.  Los acuerdos que hacemos basándonos en las conclusiones personales que sacamos de la noción de nuestras experiencias, tampoco son estáticos; se hacen y se rompen de forma natural según nuestras necesidades o conforme vayamos creciendo internamente.
 
 

 ¿Por qué hacemos estos acuerdos? ¿Por qué reducimos nuestro mundo de posibilidades y la oportunidad del mejor entendimiento de las otras personas? Creo que en principio (siendo niños) lo hacemos por NECESIDAD y luego probablemente los conservamos por comodidad y para protegernos, creando un mundo más previsible, cerrándonos en nuestra zona conocida, fingiendo que somos ciegos a  la comprensión de intenciones y comportamientos diferentes de los nuestros con el fin de evitar que nos hieran.  Por consecuencia juzgamos a nosotros mismos y a otros, ya que  juzgar  -aunque contradice a la sana naturaleza humana- mucho más cómodo y menos arriesgado que abrir la mente a otras posibilidades y sobre todo actuar de forma de diferente que antes.  Pensar -o fingir a pesar de nuestras inseguridades-  que estamos en lo cierto y todos los demás se equivocan es un comportamiento de defensa, una estrategia que en determinados momentos de nuestra vida elegimos para justificar la razón de ser de nuestros acuerdos “anticuados”, que en su día hemos creado para ser aceptados en nuestro entorno y/o por poder seguir aceptando las personas y acontecimientos que nos rodeaban. Un niño para poder sobrevivir en su entorno habitual, prefiere pensar que todo lo que ocurre en él es correcto (ej. padres alcohólicos, violentos, ignorantes, etc.), que asumir que sus padres se equivocan, son malas personas, que les están mintiendo o que simplemente no les quieren. Para un niño cualquier experiencia es aceptable, mientras le permita permanecer  en la “seguridad” familiar, el único ambiente que conoce, ya que sus instintos biológicos le advierten que con revelándose contra los suyos, o huyéndose de ellos –aún siendo incapaz de cuidar de sí mismo-, pondría en peligro su propia existencia.  Así que la mayoría de estos acuerdos, que nos pueden perjudicar en el futuro, los aceptamos en nuestra infancia más tierna, porque sin poseer el nivel  de consciencia y desarrollo físico-mental-emocional suficientemente avanzado simplemente no tenemos otra elección. Y siendo prisioneros de las ataduras que hemos aceptado, a menudo dejamos pasar muchos años permitiendo que nuestras experiencias, dependiendo de su contenido emocional nos caractericen a la hora de la percepción del concepto de la fidelidad también. En mi opinión el error no está en aceptar acuerdos que más tarde consideramos perjudiciales, sino meter la cabeza en la arena para no tener que darnos cuenta de que estos ya cumplieron su función original y su presencia ya no sólo es innecesaria sino directamente dañosa.  Esto también se llama fidelidad, pero no a nuestro ser, sino a los hábitos y miedos del ego. Tal vez es el aspecto más negativo de la fidelidad; insistir en vivir según los acuerdos antiguos que ya no necesitamos para sobrevivir, incluso estando dispuestos de perder oportunidades, experiencias valiosas o en los peores de los casos estropear relaciones humanas.

Ser fiel a ti mismo supone saber quién eres y implica hacer borrón y cuenta nueva en relación con tus principios las veces que te haga falta durante tu vida consciente. Primero es necesario armarte de valor para tomar consciencia (de manera objetiva) de todos los acuerdos “fósiles” que existen en tu interior, examinarlos de uno a uno y evaluarlos según su utilidad en tu vida actual. Yo hago este proceso de “limpieza interna” cada año, procurando quedarme sólo con los acuerdos beneficiosos del  pasado (que por cierto hay muy pocos) y examinar minuciosamente los acuerdos nuevos antes de consentir que formen parte de mi vida. De esta manera me aseguro ser fiel a mí misma, a mis acuerdos actualizados y coherentes con mi SER. No tengas dudas de que romper tus acuerdos arraigados es mucho más difícil que reconocerlos, sin embargo como estos nacieron de un simple pensamiento, pueden desaparecerse aplicando el poder del mismo. Una vez teniendo claro los acuerdos que quieres tener en tu vida, ya has creado la posibilidad de poder ser fiel a ti mismo, lo que no significa que automáticamente lo seas.

El significado original de la palabra fidelidad está vinculado a la lealtad (de una persona para con un señor o un rey) y la atención al deber. La palabra "fidelidad" deriva de la palabra fidelitas (latín), y su significado es servir a un dios. Esa persona, ese/a señor/a, ese/a dios/a en este caso eres TU. Y tu deber es en este mundo de intereses, falsas intenciones, mentiras y existencias materiales encontrar la conexión verdadera con tu fuente y siendo leal a su claro contenido tomar tus decisiones responsables en cada momento.

Notarás (a parte de la buena intención) tu plena capacidad de no engañar, no traicionar a ni a ti mism@ ni a los demás, cumpliendo con los pactos y compromisos más importantes para ti, independientemente de las circunstancias de la vida.
 
Lo más importante es que sepas que tienes elección. Tienes la libertad de escoger conscientemente tus promesas y la responsabilidad  de lo que harás con ellas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

lunes, 12 de mayo de 2014

Perdonar...pero ¿cómo?


Uno de los obstáculos que más dificultan el acceso al siguiente nivel de nuestro propio desarrollo interno es la “incapacidad” de perdonar. Muchas veces creemos que hemos perdonado a alguien que en el pasado hirió nuestros sentimientos sólo porque en el presente ya no pensamos tanto en ello o porque es más fácil ignorar el daño, mostrarnos insensibles o al contrario, hundirnos en el victimismo, que revivir la experiencia, ver la otra persona y su comportamiento desde una perspectiva distinta y perdonar por algo que en aquel momento no pudimos evitar. Perdonar no significa aceptar el  comportamiento, que nos hizo sufrir, ni ignorar un daño que ya está hecho. “Perdonar significa reconocer que cada persona hace lo mejor que puede en cada momento con la información y herramientas que tiene en ese momento.” Perdonar no tiene que ver con el otro; es liberar a uno mismo, dejar de envenenar los propios pensamientos y de quedar atrapados en el pasado para poder avanzar, vivir en el presente y disfrutarlo. Perdonar es una acción consciente, consecuencia de una decisión y no cuestión de capacidad.

  Es humano equivocarse y es de consciencia elevada reconocer que es así y perdonar. Tal vez a veces por eso tienen que pasar años y es necesario recorrer un largo camino de desarrollo personal hasta llegar a ser capaces de liberarnos emocionalmente a través del perdón. En muchos de nosotros es un proceso de maduración que empieza con la disposición a perdonar. Es una decisión que uno toma conscientemente por su propio bien, encontrando previamente su motivo personal para hacerlo. Si ya tomaste la decisión y estás deseando perdonar a ti mismo y/o a otras personas, el siguiente ejercicio de coaching te puede ser de gran utilidad para encontrar de nuevo tu paz interior.
 
 

1. Haz una lista con aquellas personas a las que  “no puedes perdonar”

Elabora una lista de las personas de tu entorno actual, personas con quienes ya has perdido el contacto, has cortado la relación o incluso de personas que ya han fallecido, pero con  las que te gustaría reconciliarte, o tienes un resentimiento especial que no consigues desprenderte.

2. Expresa tus sentimientos

Expresa tus sentimientos por escrito, desahogándote sobre el papel y sin cuidar tu lenguaje, sacando todo el dolor, resentimiento, ira, tristeza, etc. lo que llevas dentro. Cuando hayas escrito todas las páginas que sean necesarias para sentirte más liberado, ¡rompe el papel!

3. Busca los motivos de los actos que no puedes perdonar

Apunta estos motivos también. Ahora, ponte en el lugar de esa persona que te hizo daño, imagina estarte en su piel por un momento y comprende lo que le llevó a actuar como actuó. Hazlo sin juzgar a la persona o sus actos, limitándote a tratar de comprender qué le llevo a hacer lo que hizo. Todo lo hacemos por alguna razón que tiene que ver con sentir placer o evitar sentir dolor. Encontrar esa razón no justificará el acto, pero si ayudará a comprenderlo.

4. Agradécele algo a esa persona

Cuanto más profundo es tu rencor, más difícil te parecerá hacer este esfuerzo. Sé generoso y agradece por escrito todo aquello que puedas, por insignificante que sea.

5. Utiliza la fuerza de las palabras

Cuando verbalizamos algo, creamos la oportunidad para que se haga real. Las palabras tienen un poder impresionante, si las empleamos con firmeza y determinación. Haz una declaración del tipo: “para mi propia felicidad, calma y libertad perdono a…”. Repítelo en voz alta, con seguridad, aunque no termines de creerlo.  Repítelo durante 10 minutos a 1 hora.

6. Escribe aquello de lo que querrías disculparte

Cuanto más escribas mejor

7. Escribe aquello que hayas aprendido de esa relación

Imagínate poder viajar en el tiempo y volver a los momentos decisivos de la situación y pregúntate cómo hubieras sido mejor tratando con aquella persona, de modo que ambos hubierais sido más felices.

8. Declare “le perdono”

Si has hecho este ejercicio a lo mejor ya has experimentado que el perdón aunque quieras, no siempre llega con facilidad. No pasa nada si tras estos 8 pasos persiste el sentimiento de que no puedes perdonar. En ese caso, repite los pasos 2 al 5 o repite el ejercicio durante varios días hasta empezar sentir el alivio, que tanto anhelas.

Perdonar es sanar a ti mismo y al miso tiempo dar la oportunidad a la otra persona de cambiar. Sin perdón no hay crecimiento, sin perdón no hay libertad. El precio que tendrás que pagar por poder perdonar nunca será tan alto que lo que pagas por no hacerlo. Por eso, si ya te has decidido, ¡hazlo hoy mismo!

 

 

 

lunes, 21 de abril de 2014

¿Por qué enfermarte si lo puedes evitar?


¿Cómo la buena gestión de tus emociones puede mantenerte sano?
Es posible evitar las enfermedades y conservar tu buen estado físico en absoluto?  

Aunque a primera vista suene increíble, es POSIBLE. La salud está  al alcance de todos, sin medicamentos y tratamientos e intervenciones médicos.

Aprende a controlar tus emociones, cuida de tus pensamientos y palabras y no tendrás que preocuparte nunca más por tu salud.

El coaching me ha dado experiencias maravillosas (incluso de auto curación), sin embargo no ofrece explicaciones y pruebas científicas acerca del funcionamiento del cuerpo físico en relación con las emociones. Después de haber estudiado minuciosamente la Nueva Medicina Germánica y las 5 leyes biológicas descubiertas y escritas por el Dr. Ryke Hamer,  estoy más segura que nunca de que nuestras emociones son la causa de nuestras enfermedades y al mismo tiempo la clave de la curación. Y esto ya no es cuestión de fe, ni de experiencias subjetivas, ya que cada enfermedad existente tiene explicación totalmente lógica, razonable y comprobable, basada en las ciencias naturales  o sea en la sabiduría de la Madre Naturaleza.

Al final de los años 70, el Dr. Ryke Geerd Hamer, un doctor alemán recibió la noticia de que su hijo de 17 años había sido baleado durante una vacación en el Mediterráneo. A pesar de todos los esfuerzos médicos, tres meses más tarde su hijo murió y poco después, Dr. Hamer, -totalmente abrumado por esta catástrofe-, descubrió que sufría de un cáncer testicular. Sospechando que esto no era mera coincidencia, decidió investigar las historias personales de los pacientes de cáncer para ver si ellos también habían sufrido algún choque conflictivo, angustia o trauma anteriormente a su enfermedad.

Con el tiempo, y tras intensa investigación con miles de pacientes, el Dr. Hamer finalmente consiguió demostrar no solo que la enfermedad es causada por un choque que nos pilla totalmente desprevenidos, sino que es una respuesta biológica especial a una situación insólita con el fin de favorecer nuestra sobrevivencia, y cuando la situación de ‘shock’ (el conflicto emocional) se resuelve, el cuerpo se apresa para volver a lo normal. Es decir, SE CURA SÓLO.  Esta es una versión muy simplificada de los hechos, claro está. Sin embargo nos demuestra dos cosas:

1.     Todo en la Naturaleza tiene un sentido biológico y que no existen “enfermedades” (sólo respuestas biológicas especiales a los conflictos emocionales) y menos aun  se les puede llamar "malignos".

2.     La gestión adecuada de nuestras emociones literalmente es cuestión de vida o muerte.

¿Qué es lo que tienes que saber para evitar a enfermarte?

Todo cáncer o enfermedad equivalente al cáncer

ü es un programa biológico especial desarrollado durante miles de años por la Madre Naturaleza con el objetivo de aumentar las posibilidades de nuestra sobrevivencia

ü se inicia con un shock psíquico. Para que esto te cause cambios físicos significantes (denominados cáncer o enfermedades equivalentes al cáncer) en tu cuerpo, se tienen que cumplir los siguientes requisitos bien determinados a la vez.

El conflicto emocional tiene que

·        ser angustiante y parecer insoluto

·        ser extremadamente traumático (para ti)

·        sorprenderte de manera inesperada

·        experimentado en soledad, sin poder comentarlo

 

 

¿Qué es lo que te recomiendo hacer (y convertirlo en un hábito) y cómo el coaching te puede ayudar en ello?

·        Revisar si has tenido conflictos durante el día que cumplen todos estos requisitos arriba mencionados, para actuar al respecto en tiempo

·        Prestar atención a tus síntomas físicas y buscar el tipo de conflicto (con ayuda de un profesional de la Nueva Medicina Germánica) a lo que corresponden, para poder descubrir su raíz emocional y resolverlo antes posible

·        Desarrolla tu inteligencia emocional, aprende a gestionar tus emociones

·        Habla de tus conflictos directamente con la persona involucrada y si esto no fuera posible, con alguien que te pueda apoyar adecuadamente en encontrar y efectuar la solución

·        Prepárate a los posibles conflictos, siendo realista (no pesimista) para que pocas cosas te puedan pillar de sorpresa

·        En vez de tener miedo de las reacciones de tu propio cuerpo (a pesar de los comentarios que te puedan hacer los demás o los propios médicos), ¡entiéndelas!

·        Confía en tu potencial mental y físico tanto en relación con la prevención como la auto curación

Para que entiendas mejor la esencia de la Nueva Medicina Germánica, te voy a demostrar su increíble sencillez y lógica a través del ejemplo de una “enfermedad” muy común en Europa en los últimos años.

Los adenocarcinomas controlados por el tallo cerebral se desarrollan en el canal alimentario cuando no podemos ingerir, tragar, digerir, o eliminar un ‘BOCADO’. En términos evolutivos, éstos son conflictos biológicos arcaicos aplicables de igual forma al hombre y a los animales. Los animales experimentan todavía tales conflictos en términos reales, mientras que nosotros, los humanos, a menudo los sufrimos en una forma transpuesta, ‘culturizada’, o aún de una forma paranoide. Podemos percibir por ejemplo dinero, ganancias, o un negocio como un bocado y sufrir un conflicto biológico cuando lo perdemos.

Para los animales un bocado que no puede ser tragado o digerido es un pedazo de comida verdadero. Por ejemplo, un animal puede tener un conflicto de bocado indigesto cuando un pedazo de hueso es tragado de manera un poco voraz y se atora en el intestino, causando un cólico. Junto con el cólico, un Programa Especial de la Naturaleza con Pleno Sentido Biológico es activado instantáneamente con un cáncer intestinal (tumor creciente compacto de tipo coliflor o exofítico) que crece en dirección hacia la boca.

El propósito biológico del tumor es asegurar que a través de aumentar el número de células (tumor), se produzcan suficientes jugos digestivos para reducir el bocado de tamaño, de forma tal que pueda pasar (como un cubo de hielo puesto en agua tibia). Tan pronto como el bocado ha pasado, la solución del conflicto se produce. El tumor, que ya no tiene más ningún propósito, es ahora degradado (caseificado) y eventualmente desaparece. Aquí el programa biológico especial es completado.

Por supuesto, para nosotros los humanos, tal conflicto indigesto ya no es más un bocado de comida pero puede ser un coche, una casa, una herencia, un negocio fallido, un juicio perdido, un lugar de trabajo, etc. Pero no importando esto, nosotros reaccionamos de la misma forma biológica arcaica como si se tratara de un bocado de comida que produce nuestro "conflicto indigesto".  

Para comprender tales conflictos biológicos arcaicos uno tiene que entenderlos en términos evolutivos en conjunto con la manifestación orgánica. 
Por ejemplo, un hombre piensa que se ganó la lotería y ya ha invitado a todos sus amigos y parientes, cuando se entera que el boleto de lotería es inválido. Eso es decir que la persona ya ha conseguido el bocado "premio de lotería", pero al final tiene que renunciar a él. Ciertamente un perro no estará mínimamente interesado en un premio de lotería, olfateará los billetes y pensará "esto no tiene valor". Pero para un ser humano este es un "bocado" valioso y la persona que ha sufrido esto "no puede obtener el bocado", el conflicto desarrollará un carcinoma de paladar (mientras que el perro solo tendría tal tipo de tumor como resultado de que un bocado real ha sido arrancado de él).
 
Si las "enfermedades" están por nosotros, preparando nuestro cuerpo para resolver las circunstancias emocionales difíciles, y después de lograrlo se desaparecen solos, entonces ¿por qué tanta gente se muere a causa de ellas?
 
El ser humano es lamentablemente un verdadero maestro de generar conflictos internos que - a diferencia de reino animal, donde estos o carecen de importancia o tienen una duración muy corta - a menudo duran durante años o décadas antes de solucionarlos y/o se acumulan  varios conflictos, causando diferentes síntomas a la vez y/o estos problemas no se resuelven en absoluto, llevando a la persona a un extremo físico, de donde la recuperación ya no es posible. También es muy común, que alguien fallece no por el conflicto original, sino por el miedo constante a la muerte predicha después de recibir su diagnostico, que le paraliza y le causa un shock permanente, un conflicto que para el/ella aparentemente no tiene solución.

Por lo tanto, un paciente debe aprender a identificar el shock– su lugar exacto en el tiempo y desde luego el correspondiente contenido del conflicto. Luego debe ver felizmente sorprendido, que existe claramente un sistema que se está llevando a cabo. No necesita más tener pánico, porque no solo puede entender la causa que subyace a los síntomas sino también enteramente el curso de los eventos.

Yo recomiendo el Coaching principalmente como un método de prevención de enfermedades en este sentido (aunque a una persona enferma, pero responsable por si misma y comprometida con su curación el coaching le puede llevar a la solución emocional por lo tanto a la auto curación*.) 
En el proceso de coaching no sólo puedes identificar tus conflictos internos, sino compartirlos con alguien de confianza y de las alternativas descubiertas por ti mismo, elegir y -con el apoyo emocional adecuado-, llevar a cabo definitivamente la solución del problema, que de otra manera podría haber puesto en peligro tu salud y -en el caso de un conflicto existente durante mucho tiempo-, incluso tu vida. El coaching pues puede ser tu mejor prevención, ya que a través de sus herramientas y técnicas te capacita a desarrollar tu inteligencia emocional, brindando la oportunidad para pillar en tiempo cualquier dialogo interior dañino y rechazar categóricamente los pensamientos y comentarios negativos de otros, en vez de aceptarlos y sufrir conflictos emocionales por sus consecuencias.

El mayor regalo que recibes al final del proceso de coaching es estar listo para seguir siendo la mejor versión de ti mismo, con la ayuda de tu propio coach interior, sin depender de otros en la gestión de tus emociones.

Convierte todo lo beneficioso que puedas adquirir en el proceso de coaching en hábitos y disfruta de tu perfecta salud física y mental durante toda tu estancia en la Tierra.
*Auto curación no quiere decir la ignorancia y rechazo total de la medicina habitual o alternativa, depende de cada caso y cada persona si necesita o quiere algún tratamiento durante su recuperación.