¿Eres una persona, que suele causar buena
impresión?
Independientemente de que la seas o no y
lo hagas intuitivamente o quieras aprenderlo ahora (¡porque es una habilidad
que se aprende!!!), si quieres cautivar tus interlocutores, lucir en el primer
encuentro y causar un impacto positivo, entonces aprovecha conscientemente las
siguientes cuatro cualidades (por ejemplo en las entrevistas o presentaciones
importantes), te ayudará a lograr tu objetivo.
·
Confiabilidad
Ponteen la piel de tu interlocutor y
obsérvate. ¿Tu comunicación es abierta?, ¿Refleja tus sentimientos? ¿Transmites
sinceridad, integridad y transparencia?
Ser abiertos y transparentes, decir lo
que de verdad pensamos (no porque sea socialmente aceptable o nos ayude a evitar
la confrontación, sino por convencimiento absoluto), actuar siempre en acuerdo con
nuestros valores, aumentan nuestra credibilidad, lo que genera confianza.
Asimismo exagerar cifras, datos, contar anécdotas sólo para impresionar, el
momento en el que se nota la exageración, te lleva a perder la credibilidad.
·
Sensibilidad
Se trata de aprovechar el hecho de que
las personas estamos “enfermas” de importancia. Lo que más deseamos al
conversar con alguien es que con sus actos y palabras nos haga sentir importantes.
Hacer sentir bienvenido al otro, escucharlo con mucha atención, mostrar
paciencia y empatía, no interrumpir mientras habla, ser asertivo en la
comunicación son virtudes, que te abrirán muchas puertas.
De la misma manera, si se trata de
nuestra vida cotidiana, de nuestras relaciones interpersonales y de nuestra
comunicación diaria, esta sensibilidad nos puede aportar muchísimo en nuestra
propia casa, en nuestro propio entorno. Muchas veces se nos olvida poner
nuestros seres queridos en el primer lugar y tratarlos con especial cariño y
dedicación, lo que se merecen.
·
Sencillez
¡Una persona sencilla nos cae bien a
todos! Ser sencillos es saber y aceptar quiénes somos y quiénes no somos.
Además la sencillez es un atributo que desaparece en el momento en el que
alguien trata de lucirla, por eso esta calidad nunca se revela directamente.
Saber si somos sencillos sólo es posible observándonos y probando que no lo
somos a través de sus opuestos. La arrogancia, el orgullo la vanidad, etc. son
la prueba segura, de que nos falta sencillez.
·
Capacidad
Nos halaga, si nos ven inteligentes,
competentes, confiados y profesionales y a menudo nos esforzamos, para que sea
así. Como nos agrada tanto el reconocimiento interno y externo, muchos de
nosotros en toda la vida buscamos la manera de formarnos, sentirnos y
mostrarnos inteligentes con nuestra actitud, presencia, vocabulario y conocimientos.
Estar capacitado implica estar preparado,
sobretodo tener y mantener la mente abierta al cambio, a la novedad.
¿Quién eres, qué piensas, qué inteligente
o confiable eres? ¿Lo sabes de verdad? ¿Y los demás cómo te ven? Recuerda que
las personas te ven como tú te ves a ti mismo, pero solamente pueden percibir
lo que estás dispuesto a desvelar o mostrar de tu verdadero ser y su opinión
dependerá de cómo lo haces.
Las conclusiones que sacamos a menudo no
se basan en la razón, sino en cientos de asociaciones mentales de experiencias,
prejuicios y estereotipos guardados en nuestro subconsciente.
Tal vez todo esto no sea nuevo para ti,
probablemente ya estás aplicando algunos o todos estos conceptos en tu vida
cotidiana, pero nunca nos viene mal, que alguien nos recuerde
cómo usar y sacar a la superficie de nuevo la sabiduría dormida en nosotros.
“El mundo no necesita tanto que le
informen como que le recuerden.”
(Hannah More)