„Tú eres lo que tu deseo más profundo es.
Como es tu deseo, es tu intención. Como es tu intención, es tu voluntad. Como
es tu voluntad, son tus actos. Como son tus actos, es tu destino”.
Deseo, intención, voluntad, actos…tu destino…
¿Y las coincidencias…? ¿Existen o no? ¿Y si
existen las reconocemos? ¿Y tanto si los reconocemos como si no, tienen
influencia en nuestras vidas?
Creo
que no es una coincidencia que estés leyendo este artículo. Estoy segura de que
algunos libros, películas, frases, personas, etc. nos encuentran justo en el
momento en el que somos receptivos a ellos. Puede que esto ocurra así, porque
tiene un significado, un mensaje especial para nosotros. Yo creo en las coincidencias,
en el sentido en que en momentos claves, en los cuales
estamos dispuestos (muchas veces inconscientemente) a efectuar cambios importantes
en nuestro ser y por consecuencia en nuestra vida, tienen un contenido valioso,
nos quieren transmitir algo importante o llamar nuestra atención si estamos
haciendo algo que no deberíamos o si no lo estamos haciendo y deberíamos de hacerlo.
Sin embargo muchas veces ignoramos estas señales, por pereza o porque confiamos
más en los argumentos de nuestra mente racional, que en las intuiciones. Estoy
segura de que escuchando más a nuestra voz interior y actuando según sus sugerencias,
podríamos evitar muchísimos errores, enojos, discusiones y lamentaciones, pero
en la mayoría de los casos, dejamos que nuestro ego consiga vencer el yo
universal.
¿Por
qué actuamos a pesar de todo contra nuestros propios intereses? ¿Será porque ya
hemos perdido casi toda relación íntima con nuestra alma y a la hora de tomar
decisiones, sólo nos apoyamos en los consejos del yo individual, pensando y
actuando de manera racional, aunque a menudo sentimos, que no estamos en el
camino correcto? O puede, que ni
siquiera nos demos cuenta de los coincidencias, que ocurren en nuestro
alrededor, sólo las vemos en retrospectiva. Sin embargo deberíamos descubrirlas
en el momento en el que suceden, para colocarnos en una mejor posición para
aprovechar las oportunidades.
Mientras
más atención prestemos a las coincidencias, más probable es que aparezcan, lo
que significa que cada vez tendremos mayor acceso a los mensajes sobre el rumbo
que debe tomar nuestra vida.
Pero
si las coincidencias son realmente pistas que nos indican la voluntad del
Universo y nos permiten aprovechar las infinitas oportunidades de la vida,
¿cómo sabemos a qué prestar atención sin pasar por lo alto información valiosa?
Durante
mucho tiempo buscaba la respuesta sin encontrarla, pero ahora pienso, que esa
respuesta nos puede dar un conjunto de técnicas de auto-observación (llevar un
diario de las coincidencias de tu vida, antes de dormir imaginar tu día en la
pantalla de tu conciencia, ver la película de tus sueños) que además de ayudar
a distinguir entre la información importante y menos importante para nuestro
desarrollo interno, fomenta las coincidencias también.
Creo
que se trata justamente de tomar plena conciencia de la interrelación de todas
las cosas, de cómo cada una influye en la otra, de cómo están sincronizadas
entre sí.
Lo
llamamos coincidencias, pero no lo son literalmente. No lo pueden ser, si
aceptamos la existencia de una fuerza organizadora que está detrás de todas las
cosas. ¿Y cómo dudar de ello? Basta solamente observar un poco la naturaleza o
el cuerpo humano para estar completamente seguro, de que no puede existir tal
perfección basándose en la casualidad. Entre otras, también por esta razón
elegí estudiar biología y durante mis estudios me fascinaba dicha perfección
divina que está presente en cualquier ser vivo desde los más sencillos hasta el
ser humano. Cuanto más detalladamente estudies los procesos fisiológicos, más
seguro te sientes, de que no sabes nada de ellos y eso al menos a mí, me asusta
y me incentiva a la vez. Creo, que todos que no tienen fe, deberían de estudiar
profundamente algunas de las ciencias para comprender que este mundo funciona
según un plan perfecto y si hay un plan, sin duda, debe de existir un planeador
también.
Y si hay
un plan perfecto para cada uno de nosotros y en el mismo tiempo existe el libre
albedrío, entonces las coincidencias son oportunidades que te facilitan la
elección correcta, para que este plan se pueda cumplir. El plan es perfecto,
conduce directamente a la felicidad. Tú elijes la forma, la velocidad y la ruta
para llegar y tus mejores indicadores son las coincidencias.
Vale
la pena pues tomarlas en serio, ¿no te parece?