"No es suficiente saber, también hay que aplicar. No es suficiente querer,también hay que hacer" - Goethe

lunes, 21 de octubre de 2013

¿Son coincidencias o no son coincidencias?


„Tú eres lo que tu deseo más profundo es. Como es tu deseo, es tu intención. Como es tu intención, es tu voluntad. Como es tu voluntad, son tus actos. Como son tus actos, es tu destino”.

 
Deseo, intención, voluntad, actos…tu destino…

¿Y las coincidencias…? ¿Existen o no? ¿Y si existen las reconocemos? ¿Y tanto si los reconocemos como si no, tienen influencia en nuestras vidas?

Creo que no es una coincidencia que estés leyendo este artículo. Estoy segura de que algunos libros, películas, frases, personas, etc. nos encuentran justo en el momento en el que somos receptivos a ellos. Puede que esto ocurra así, porque tiene un significado, un mensaje especial para nosotros. Yo creo en las coincidencias, en el sentido en que en momentos claves, en los cuales estamos dispuestos (muchas veces inconscientemente) a efectuar cambios importantes en nuestro ser y por consecuencia en nuestra vida, tienen un contenido valioso, nos quieren transmitir algo importante o llamar nuestra atención si estamos haciendo algo que no deberíamos o si no lo estamos haciendo y deberíamos de hacerlo. Sin embargo muchas veces ignoramos estas señales, por pereza o porque confiamos más en los argumentos de nuestra mente racional, que en las intuiciones. Estoy segura de que escuchando más a nuestra voz interior y actuando según sus sugerencias, podríamos evitar muchísimos errores, enojos, discusiones y lamentaciones, pero en la mayoría de los casos, dejamos que nuestro ego consiga vencer el yo universal.

¿Por qué actuamos a pesar de todo contra nuestros propios intereses? ¿Será porque ya hemos perdido casi toda relación íntima con nuestra alma y a la hora de tomar decisiones, sólo nos apoyamos en los consejos del yo individual, pensando y actuando de manera racional, aunque a menudo sentimos, que no estamos en el camino correcto?  O puede, que ni siquiera nos demos cuenta de los coincidencias, que ocurren en nuestro alrededor, sólo las vemos en retrospectiva. Sin embargo deberíamos descubrirlas en el momento en el que suceden, para colocarnos en una mejor posición para aprovechar las oportunidades.

 
 


Mientras más atención prestemos a las coincidencias, más probable es que aparezcan, lo que significa que cada vez tendremos mayor acceso a los mensajes sobre el rumbo que debe tomar nuestra vida.

Pero si las coincidencias son realmente pistas que nos indican la voluntad del Universo y nos permiten aprovechar las infinitas oportunidades de la vida, ¿cómo sabemos a qué prestar atención sin pasar por lo alto información valiosa?

Durante mucho tiempo buscaba la respuesta sin encontrarla, pero ahora pienso, que esa respuesta nos puede dar un conjunto de técnicas de auto-observación (llevar un diario de las coincidencias de tu vida, antes de dormir imaginar tu día en la pantalla de tu conciencia, ver la película de tus sueños) que además de ayudar a distinguir entre la información importante y menos importante para nuestro desarrollo interno, fomenta las coincidencias también.

Creo que se trata justamente de tomar plena conciencia de la interrelación de todas las cosas, de cómo cada una influye en la otra, de cómo están sincronizadas entre sí.

Lo llamamos coincidencias, pero no lo son literalmente. No lo pueden ser, si aceptamos la existencia de una fuerza organizadora que está detrás de todas las cosas. ¿Y cómo dudar de ello? Basta solamente observar un poco la naturaleza o el cuerpo humano para estar completamente seguro, de que no puede existir tal perfección basándose en la casualidad. Entre otras, también por esta razón elegí estudiar biología y durante mis estudios me fascinaba dicha perfección divina que está presente en cualquier ser vivo desde los más sencillos hasta el ser humano. Cuanto más detalladamente estudies los procesos fisiológicos, más seguro te sientes, de que no sabes nada de ellos y eso al menos a mí, me asusta y me incentiva a la vez. Creo, que todos que no tienen fe, deberían de estudiar profundamente algunas de las ciencias para comprender que este mundo funciona según un plan perfecto y si hay un plan, sin duda, debe de existir un planeador también.

Y si hay un plan perfecto para cada uno de nosotros y en el mismo tiempo existe el libre albedrío, entonces las coincidencias son oportunidades que te facilitan la elección correcta, para que este plan se pueda cumplir. El plan es perfecto, conduce directamente a la felicidad. Tú elijes la forma, la velocidad y la ruta para llegar y tus mejores indicadores son las coincidencias.

Vale la pena pues tomarlas en serio, ¿no te parece?