"No es suficiente saber, también hay que aplicar. No es suficiente querer,también hay que hacer" - Goethe

lunes, 8 de julio de 2013

¡Di que sí!



Hace unos años vi una comedia con el mismo título. Aunque la peli era algo exagerada, con el único fin de hacer reír al público, sin embargo la historia despertó mi interés y me hizo reflexionar sobre mi propia vida. Si no me equivoco el título original de la película es “Yes man” y se trata de un ejecutivo bancario que lleva una vida aburrida y que está acostumbrado a decir que no a todo plan que le proponen sus amigos. Un día se encuentra con un hombre cuya vida ha cambiado tras asistir a un curioso seminario motivacional en el que le incitan a decir que sí siempre. Decidido a ser feliz de nuevo, el protagonista decide asistir y aceptar el reto. Me preguntaba si me abrirían otras puertas o incluso diferentes dimensiones en mi vida si aceptaría todo o casi todo lo que me propongan, incluso cosas, que a lo mejor a primera vista no me apetecen. ¿Será que digo NO demasiadas veces sólo por miedo, por costumbre o por pereza y por ello pierdo aventuras, experiencias enriquecedoras, emociones intensivas y oportunidades únicas?

Imagina viajar a un país asiático, donde te ofrecen un insecto frito, bien crujiente como postre o teniendo miedo de las alturas te invitan a hacer parapente o tras un día duro de trabajo, sintiéndote agotado, teniendo ganas de ponerte cómodo y por fin descansar, te llama un amigo para que le ayudes con la mudanza y tú obedeciendo a tu compromiso establecido contigo mismo, dices, que sí.
¿Qué es lo que te aportará eso? Tal vez te obligará enfrentarte con algunos miedos bien escondidos en tu interior, abrir la mente hacia las otras personas y al mundo, terminar con tus prejuicios y ser más empático, superarte a ti mismo, someterte de vez en cuando al deseo de tus seres queridos, haciéndoles sentir valorados e importantes, descubrir calidades y carencias en ti mismo, manejar situaciones inesperadas tanto positivas como negativas, controlar tus emociones, abrir los ojos e insistir en ver lo que antes no querías ver, o de lo que ni siquiera sabías que existía.



Por supuesto, no te estoy invitando a aceptar absolutamente todo sin considerar y animarte a hacer cosas que te aterrorizan o te disgustan muy profundamente, solamente te estoy sugiriendo que juegues. Que veas, que en la vida a veces se puede arriesgar, aventurarte a descubrir caminos desconocidos y darte la oportunidad de experimentar el trozo del mundo, que hayas rechazado hasta este momento. Puedes tomarlo como un reto personal durante una semana, un mes o durante el tiempo que te parezca oportuno, para ver cómo influye esta experiencia en tu vida cotidiana, para percibir y tener consciencia sobre todo del cambio emocional que inicia en tu interior. Desafíate para conocer tus límites actuales y amplíalas si notas que te obstruyen en vivir plenamente tu libertad. Puede que tengas experiencias perturbadoras, resultados sorprendentes, emociones ambivalentes y muy intensas, sin embargo, te sentirás más libre, permitiéndote quitarte la etiqueta, la que pusiste tu solito y salir de tu zona de confort, dónde te encerraste sin darte cuenta siquiera. Por eso, si hoy mismo te proponen algo inesperado, que te despierta la curiosidad y te causa inquietud, di que SÍ rápido, antes de que te dé tiempo de convencerte de decir que no, y ya me contarás si valió la pena esa valentía ;)