"No es suficiente saber, también hay que aplicar. No es suficiente querer,también hay que hacer" - Goethe

lunes, 30 de diciembre de 2013

5 tips realmente eficaces para cumplir las promesas de año nuevo


Falta sólo un día para que termine el año 2013 y de alguna manera todos nos preparamos a este próximo nuevo periodo de nuestra vida y aunque todos los años prometemos no hacer más promesas que acabarán en nuestro” almacén de las cosas incumplidas”, antes de que la hora de las 12 en Nochevieja, se nos escapa uno u otro deseo, promesa y/o propósito y por un momento creemos con la inocencia de un niño, que todo lo que imaginamos y deseamos como por arte de magia se realizará.

Tengo una buena y una mala noticia. La mala es que con que un objetivo se cumpla o no, la magia tiene muy poco que ver y la buena es que a la hora de descubrir cómo lograr nuestra meta y realizar los pasos hacia él, el Coaching funciona mucho mejor que cualquier varilla mágica.

Quiero compartir con vosotros cinco posibles formas que os facilitará alcanzar vuestros objetivos.
 
 

1.    Analízate con la ayuda del pirámide Maslow 

Abraham Maslow, el padre de la psicología Humanista fue quien desarrolló el concepto de autorrealización como la principal fuerza de motivación, cual se basa en ciertas necesidades básicas, que  pueden considerarse dentro de una jerarquía:

Primer nivel de necesidades: necesidades fisiológicas (comida, agua, sueño, etc.), necesidades que todos tenemos y los que deben ser satisfechas para nuestra sobrevivencia.

Segundo nivel de necesidades: las necesidades de seguridad (no sentirme amenazado, en peligro, sentirme protegido, seguro).

Tercer nivel de necesidades: necesidades de pertenencia y amor (sentirme aceptado, amado, integrado).

Cuarto nivel de necesidades: necesidad de reconocimiento o estima, que incluye la necesidad de sentirme competente, sentirme singular dentro de mi grupo de referencia, de ser reconocido por los propios logros y de sentirse lo bastante bueno. Quinto nivel de necesidades: necesidades de desarrollo, de autorrealización, definidas como necesidades por las cuales la persona trasciende y llega a ser todo lo que es capaz de ser.

 
Por tanto, es muy importante detectar si tus necesidades están satisfechas y ver como compensar las que no estén satisfechas.

 

2.    Crea hábitos positivos

 
Si hay una característica común en las personas de éxito es que todas han crecido con unos hábitos saludables o los desarrollaron a lo largo de los años.

Todos tenemos pensamientos poco saludables, a veces usamos palabras negativas y actuamos en una forma que nos aleja del logro de nuestras metas.

“Los hábitos son modos frecuentes o repetidos de obrar, de hacer o de pensar.” La repetición nos lleva a comportarnos de forma similar bajo circunstancias parecidas en el futuro. La creación de hábitos es la clave para interiorizar las nuevas conductas deseadas.

Nuestros hábitos definen quienes somos, ya que nuestra personalidad al fin y al cabo es la suma de nuestros hábitos y no se debe olvidar de que en estos hábitos se concentra el potencial de nuestro crecimiento y control sobre nosotros mismos.

Por tanto lo primero que te sugiero que hagas es tomar conciencia de qué tipo de hábitos tienes, porque tu transformación personal la conseguirás a través de la creación, modificación y/o cambio de ellos.

 

3.    Usa afirmaciones para acercarte cada día más a tus sueños



La afirmación es una herramienta que puedes utilizar  para permanecer en el momento presente y para enfocarte en la tarea que estás realizando con el fin de conseguir tu meta. Esto te permitirá maximizar tu rendimiento y bloquear las  imágenes o pensamientos negativos.

Las afirmaciones a largo plazo aumentan tu autoestima y la noción de tu propia valía y ayudan a neutralizar o contrarrestar  las emociones negativas que te suelen auto sabotear tus actos positivos en relación con tu objetivo.

La afirmación puede ser escrita, numérica, visual, musical, o combinación de las anteriores. Las afirmaciones positivas con el tiempo te permitirán crear el estado de ánimo y armonía interior deseada para lograr cambios en el exterior. La afirmación al repetirla se convertirá en una creencia y producirá resultados, aumentando nuestra confianza y seguridad y nos ayudara a establecer nuevas formas de hacer.

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4.    Visualiza


Ser capaz de trabajar mentalmente con imágenes internas de logros deseados, es vital para aumentar nuestro rendimiento y convertir en realidad nuestros sueños.

Nuestra mente no solamente se guía por la experiencia exterior, por la influencia del mundo sobre ella, sino también por la propia acción interna. A través de la visualización el grado de satisfacción empezará a aumentar, y, esto será el desencadenante para que emprendamos acciones que generaran hábitos que tengan como objetivo alcanzar nuestra meta.


5.   Cambia la estrategia pero nunca abandones tu meta                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

Expertos de la PNL al estudiar la estructura mental de las personas de éxito, se dieron cuenta de que estas personas tenían en común un atributo importante que les ayudó a alcanzar sus objetivos incluso en circunstancias muy complicadas (nadie confió en que lo conseguirán, la competencia quiso arruinarlos, sufrieron varios fracasos  importantes, etc.); la perseverancia.

Perseverancia no significa intentar conseguir algo muchas veces de la misma manera a pesar de los fracasos, sino desarrollar la humildad y la capacidad de reconocer los fallos cometidos anteriormente, aprender de ellos y cambiar tu estrategia basándote en las consecuencias que sacaste de tus experiencias. Se trata de ser flexible en elegir las herramientas con las que trabajas, la forma de actuar, reformar tu plan si lo ves necesario pero sin cambiar tu objetivo que realmente deseas alcanzar.

¡Así que adelante! Desead lo que queráis, pero esta vez no esperando la magia sino tomando conciencia, elaborando el plan y sobre todo actuando cada día para llegar con un paso más cerca a vuestros sueños.

 

lunes, 23 de diciembre de 2013

La historia de los tres árboles


Hoy quisiera compartir con vosotros una historia que hace unos años me enviaron para navidad y que en su momento tuvo (y sigue teniendo) un significado especial para mí.

Espero que tenga sentido para nosotros también y que os haga reflexionar sobre vuestro presente.

 

Había en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos. Estaban hablando sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes.

El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: "yo quiero guardar tesoros. Quiero ser un cofre o baúl, estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas. Yo seré el baúl más hermoso del mundo".

El segundo arbolito, miró un pequeño arroyo que corría hacia el océano y dijo así: "Yo quiero viajar a través de aguas terribles y llevar reyes poderosos sobre mí. Yo seré el barco más importante del mundo".

El tercer arbolito, miró hacia el valle que estaba debajo de aquella montaña donde ellos se encontraban y vio a hombres y mujeres trabajando, niños jugando en este pueblo laborioso y dijo así: "Yo no quiero irme nunca de la cima de esta montaña. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme y levanten su mirada hacia el cielo, pensaran en Dios. Yo seré el árbol más alto del mundo".

Así pasaron los años, las estaciones, llovió, brilló el sol y los arboles crecieron altos. Un día tres leñadores subieron a la cumbre de aquella montaña. El leñador miro al primer arbolito y dijo: "que árbol tan hermoso es este" y así con la arremetida de su hacha el primer árbol cayó "Ahora me deberán convertir en un hermoso baúl, deberé contener tesoros maravillosos." - pensó el primer árbol. El segundo leñador miro al segundo árbol y dijo "este árbol es fuerte, es ideal para mí". Entonces con su hacha el segundo árbol cayó. Así el segundo árbol pensó: "Ahora deberé navegar aguas terribles, deberé ser un barco importante para reyes terribles y poderosos". El tercero de los arboles sintió su corazón sufrir cuando el ultimo leñador lo miró, el árbol se paró derecho, alto, apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y dijo: "cualquier árbol es bueno para mí" y así con su hacha brillante y afilada, el tercer árbol cayó.
 
 
 
 
El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería, pero el carpintero lo convirtió en una cala de alimento para animales de granja. Aquel árbol hermoso no fue cubierto de oro ni de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y llenado de alimento para animales de granja hambrientos. El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevo cerca de un embarcadero, pero ningún barco importante fue construido ese día. El árbol fue cortado y convertido en un simple bote de pesca. Era demasiado chico para navegar en el océano y fue llevado a un lago. El tercer árbol estaba confundido, el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un viejo almacén de maderas. "Que es lo que está pasando" se pregunto el tercer árbol. Entonces dijo: "Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios". Así pasaron muchos días y muchas noches. A los arboles ya casi se les había olvidado sus sueños. Una noche una fuerte luz de una estrella dorada alumbró al primer árbol, cuando una joven mujer puso a su hijo recién nacido en aquella caja de alimentos.
El escucho "Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebe, le dijo el esposo a su mujer. Ella le apretó la mano a su esposo y este sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba la madera suave y fuerte de la cuna. La mujer dijo: "Este pesebre es hermoso", y de repente el primer árbol supo que contenía el tesoro más grande del mundo con él. Una tarde un viajero cansado y sus amigos, se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia a dentro del lago. De repente una impresionante y aterradora tormenta llego al lago; el árbol se sintió pequeño, se llenó de temor.
El sabía que no tenía la fuerza suficiente como para llevar a todos aquellos pasajeros a salvo a la orilla con esa lluvia y fuerte viento. El hombre cansado, de repente se paró, levantó su mano hacia el Cielo y dijo: "Calma ", entonces la calma llegó, la tormenta se detuvo tan rápido como comenzó y así el segundo árbol supo que llevaba sobre el al Rey del Cielo y la Tierra. Un viernes a la mañana, el tercer árbol se extrañó cuando sus tablas fueron tomadas de aquel viejo almacén de maderas olvidado, se asustó al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas; se llenó de temor cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera, se sintió feo, áspero y cruel.
Pero un domingo a la mañana, cuando el sol brilló y la tierra tembló con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que el amor de Dios había cambiado todo. Esto hizo que aquel árbol se sintiera fuerte y cada vez que la gente pensara en el, pensaría en Dios, eso era mucho mejor que ser el árbol más alto del mundo.


 
 


Que paséis una Feliz Navidad a lado de todos vuestros seres queridos y amigos cercanos, y un Próspero Año Nuevo.
 
 
 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Prepárate a la navidad con Programación Neurolingüística (PNL)



La mayoría de las personas durante estas semanas hacen todo lo contrario de lo que deberían de hacer para poder vivir unas fiestas realmente felices y llenas de paz.  Las prisas, la presión, los nervios, la frustración de querer  pero no poder pasar más tiempo con sus seres queridos hacen, que la navidad, la fiesta del amor, armonía y paz se conviertan en una carrera constante con el tiempo y con las interminables tareas.

Los más afortunados ya se dieron cuenta hace tiempo de la importancia de la armonía familiar y la constancia en la relación con los que más quieren y sacan tiempo para estar con ellos. Además les regalan su atención hasta en los días más ocupados. A ellos no hay que recordarles que se  preparen con algo especial para las fiestas navideñas.  Sin embargo, los que piensan que el encanto de la navidad se crea como por arte de magia necesitan un remedio urgentemente, para hacer que estas navidades sean inolvidables para sus familias.
Pensando en ellos, he preparado un tip estupendo, que no cuesta nada realizar, su elaboración no supone ningún esfuerzo, ni requiere mucho tiempo, sin embargo es un apoyo considerable a la hora de repartir amor y felicidad entre las personas que más quieren.
Regala palabras alabadoras!
A todo el mundo le gusta la amabilidad, la ternura y le encanta recibir reconocimiento. Por eso, preparar un calendario adviento de palabras de regalo es una idea acertada para cualquier persona, independientemente de su edad y sexo.
 Un calendario de adviento es un símbolo de la estación de Adviento, celebrada en diciembre cerca de las Navidades. Es un calendario de "cuenta-atrás" desde el 1 de diciembre hasta el 24 de diciembre (Nochebuena). Suele elaborarse para los niños y tiene forma de "conteo" para saber cuánto falta antes de Navidad.

 
 
 
Normalmente este calendario se imprime con tabletas de chocolate para endulzar la espera. Hoy en día hay calendarios con bombones, caramelos, juguetes, bolsitas de té, libritos, etc., esto es, los hay para todos los gustos, aunque los más creativos como yo, preferimos hacerlos nosotros mismos substituyendo los dulces por ejemplo con palabras.

En cada ventanilla se apunta una palabra (o varias) positiva que caracteriza a la persona a quien queremos dar ese regalo tan especial o el nombre de las cosas que más le gusta hacer, comer, recibir, oír, etc. Todos los días abriendo una ventanilla, empezamos el día planeando el momento de sorprender al otro  elogiando algún rasgo de su personalidad, característica o comportamiento suyo; o bien complacerle con algún detalle (ej. prepararle el desayuno o su comida favorita, acompañarle en su paseo diario, cambiar las pilas en su reloj o cualquier cosa de la que sabemos con seguridad que le causará alegría.
Otra opción es escribir cosas negativas, que no soportamos en la otra persona, tachar esa palabra negativa y cambiarla por una positiva y aplaudirle usando las palabras exactas por las cuales hemos trocado las negativas.
Las palabras tienen poder mágico sobre las personas y usándolas de forma adecuada, consciente de su efecto, en 25 días se puede hacer milagros, hacer florecer el alma de la otra persona.
Regala un cambio, una transformación increíble a los que más quieres y no sólo a ellos, sino a ti mismo también, porque puedes estar seguro de que este regalo te hará feliz al igual que la persona que lo reciba.

 


 

lunes, 9 de diciembre de 2013

“Soy el amo de mi destino soy el capitán de mi alma.”




Durante mucho tiempo no quise ser una líder. En general no tenía buena opinión de los líderes y por mis prejuicios, casi ninguno de los que conocí me caía bien. Hasta el día en que me pregunté ¿por qué es así? ¿Por qué no me gustan los hombres de mucha influencia, por qué siento la necesidad de obedecer a sus órdenes sin cuestionarlas, por qué me encuentro incómoda y hasta inferior a su lado y por qué la vida me empuja constantemente a situaciones que requieren tener habilidades y calidades de líder y yo por qué las declino una y otra vez? 

 

Decidí  indagar la razón, repasando mis recuerdos negativos y sacando a la superficie los patrones equivocados de mi infancia uno a uno, y al final conseguí encontrar la explicación que tanto buscaba. De manera inconsciente durante todo ese tiempo quería evitar ser como una persona muy cercana a mí, un líder innato de mi familia. Cuando era pequeña, todo lo malo que él hacía, lo atribuía al liderazgo y por consecuencia en el mismo tiempo fue incapaz de culparle por ello, diciendo que al fin y al cabo él no tenía la culpa de haber nacido con esa personalidad, no era responsable de ser líder. Me mentí para absolverle y al parecer en algún  momento de mi infancia identifiqué todo lo malo que veía en él con el liderazgo en general y empecé a crear mis propios acuerdos y creencias limitantes para impedir que un día me pueda parecer a él. Como me negaba a repetir cualquier comportamiento que le caracterizaba, prefería rechazar automáticamente todas las oportunidades relacionadas con la posibilidad de convertirme en una líder, que se presentaron en mi vida.

 

 
 
 
 



Más tarde reconocí que no debía vivir ni un momento más en aquella cárcel creada por mí misma, que obstaculizaba el logro de mis metas y me hacía sentir realmente mal conmigo misma.

 

Mi “auto curación” fue un proceso largo, porque entonces no tenía todavía las herramientas que me hubieran podido ayudar a acelerar el tiempo de la transición. En aquellos momentos me hubiera servido mucho conocer el trabajo de Stephan Kaiser, un joven experto en el liderazgo y sobre todo su valiosísima opinión sobre los 7 mitos y verdades sobre el liderazgo, que ahora quiero compartir contigo.

 

 

 

1.    Mito: El líder nace.
Verdad: El líder se hace.

 

2.    Mito: Sólo pocas personas son líderes.
Verdad: Todos podemos ser líderes.

 

3.    Mito: Uno es así como uno es.
Verdad: No es cuestión de individualidad, es cuestión de habilidad

 

4.    Mito: Tú ya sabes todo lo que necesitas saber.
Verdad: No se trata de saber, se trata de ejercer.

 

5.    Mito: No necesitas ser un líder para ser exitoso.
Verdad: Toda persona exitosa es un líder.

 

6.    Mito: Ser un líder es difícil.
Verdad: Quien dice eso, nunca ha aprendido la estrategia correcta.

 

7.    Mito: El liderazgo viene con la posición.
Verdad: Gerencia viene con posición, liderazgo viene con seguidores.

 

 

 

Y si necesitas todavía más afirmación en el tema, te recomiendo que escuches el video “Las 7 verdades no contadas sobre el liderazgo en el nuevo milenio”

 


 

Ahora ya se, que ser un líder no es malo y que no significa necesariamente manipular a los demás, al contrario, aprender a ser un líder te permite liderar tu propia vida, como dice una de mis frases favoritas de Nelson Mandela: “Soy el amo de mi destino soy el capitán de mi alma.”

 

Ya es hora pues olvidarse de los mitos y tener en la mente las verdades para crear la vida que deseas, ¿no crees?

 

lunes, 2 de diciembre de 2013

¡Modera tu velocidad!



“A veces  no tengo tiempo para mí misma, a veces ni siquiera me da tiempo a comer bien o dormir lo suficiente.  Mi vida es rápida y yo elegí vivirla así. Me he sometido a la presión interna - generada por mi misma - y externa de mi jefe, de mi familia y de mis amigos, hasta de gente desconocida, para aparentar algo, que no soy. No soy una máquina, pero a todo el mundo le acostumbré a verme como si la fuera.  Hasta yo misma creí, que podré mantener ese ritmo para siempre, hasta el día, en que mi vida se derrumbó; hasta hoy. “

Estas son palabras de una persona que se dio cuenta de su error y que además podría ser el prototipo de la mujer/hombre del siglo XXI., del siglo de la información, del siglo de las “máquinas humanas”.

¿Por qué tanta prisa? ¿Será que uno llega antes a su destino a esa velocidad?
 
 
 
 
 

Por lógica, podría ser así…debería ser así. Si supiéramos a dónde nos dirigimos...
Ningún viento es favorable a quien no sabe a dónde va.” Séneca tenía razón, solo se queja de las circunstancias quién no tiene una meta clara, ni un plan para lograrla.

La velocidad puede ser peligrosa.  En vez de ayudar a convertir nuestros sueños en realidad, vivir la vida como si fuera una carrera interminable sólo nos aleja de ellas.  Hablamos y actuamos  demasiado rápidamente, sin pensarlo bien antes, simplemente porque nos hemos acostumbrado a ello. Pero los malos hábitos se puede "curarlos" con determinación y persistencia.

Te propongo una cosa. Disminuye tu velocidad, aunque sea sólo por unos días, para poder experimentar la tranquilidad de las mañanas sin despertador; para saborear las comidas de las que te sueles atragantar por comerlas demasiado deprisa, estando de pie en la cocina o en la oficina; para escuchar de verdad a la gente que dices, que te importa, pero nunca le dedicas tiempo; para disfrutar del canto de los pájaros en el parque, a lo que nunca prestas atención.  Disfruta del momento, vívelo, saboréalo, permítete un respiro, esconde tu reloj durante estos días y por primera vez en tu vida no te preocupes por el tiempo.

¿Cuántas veces nos pasa, que buscamos la salida de una situación y  esperamos que alguien nos diga que hacer, que alguien nos salve de nosotros mismos para no tener que tomar las riendas de nuestra vida y asumir la responsabilidad de nuestros actos?  Llevar un ritmo demasiado acelerado, es agotador, estresante;  es un verdadero maltrato de parte de uno mismo, pero preferimos ser caballos de carrera con las anteojeras puestas, que ver y sobre todo remediar el caos que hemos creado a lo largo de los años.

Si conduces a 220 km/h en la autopista , te resultará imposible ver todas las salidas existentes y menos aun tomar la decisión de elegir alguna de ellas. Así que tomaras la salida de siempre, la cuál ya la reconoces desde lejos, hasta con los ojos cerrados. Es la opción más cómoda, pero ¿es la más beneficiosa? Vas tan rápido, que ni te das cuenta de la existencia de los otros caminos que podrías tomar. Reducir tu velocidad a 70km/h te permitirá a percibir todas las opciones que tengas delante y si eres capaz de frenar un poco más y estás dispuesto a reducir tu velocidad  a 50 km/h, hasta te dará tiempo de considerar tus posibilidades y elegir la más conveniente en cada situación. O mejor detente por unos minutos para tomar un respiro antes de hablar y/o actuar.

No estoy diciendo, que no corras nunca. Una vez, que sepas a dónde te diriges y tengas el plan detallado para saber cómo llegar, puedes acelerar y escoger el ritmo, que más te convenga, pero manteniendo los ojos bien abiertos en todo tu camino, para reconocer en tiempo, si surge una oportunidad más favorable y aprovecharla.

El mundo es como una autopista llena de salidas, aunque por ahora sólo conozcas unas pocas, no te limites a tomarlas única y exclusivamente, quién sabe, tomando una nueva opción, tal vez tu camino sea mucho más corto,  divertido o simplemente diferente. 
 
Yo hace poco decidí disminuir mi velocidad poco a poco y créeme, los primeros días fueron críticos. Me sentí mal, por perder el control sobre el tiempo, por no poder esconderme detrás de mis hábitos, por tener que volver a confiar en mis intuiciones y en mi reloj biológico, pero muy pronto, pude deshacerme de mis ataduras y disfrutar de esa increíble sensación de libertad, que te proporciona la simple elección de tomar tu vida con calma.

¿Y tú te atreves a moderar tu velocidad?

 

lunes, 25 de noviembre de 2013

5 ideas equivocadas que la gente tiene del coaching



Antes de formar opinión sobre cualquier método, aceptarlo, rechazarlo o juzgarlo, es recomendable conocerlo, obtener toda la información necesaria antes de decidir si nos puede servir o no. La mayoría de nosotros se deja llevar por la primera impresión, por los comentarios de otros y/por sus propios prejuicios. Para evitar, que eso te pase a ti en relación con el coaching, hoy te he reunido unas afirmaciones erróneas típicas; generalizaciones sobre el coaching y las he aclarado, para ofrecerte la información correcta sobre el "lado oscuro" del coaching.


1.       El coaching/ el coach es la solución a tus problemas


La mayoría de la gente se acude al coaching en un momento difícil de su vida, lo que cree, que no podrá resolver por sí solo.  Estas personas a menudo buscan soluciones “prefabricadas” y/o a alguien o algo que sepa resolver la situación en la cual se quedaron atrapados. A veces ni les interesa tanto encontrar una solución como  encontrar a alguien a quien transferir toda la responsabilidad correspondiente a su problema. La verdad que ni el coach como profesional, ni el coaching como método puede y debe hacer eso. 

El coaching no ofrece ninguna respuesta; es una herramienta, la cual en las manos de un buen coach se convierte en un catalizador muy potente y hará capaz a cualquier persona  - comprometida con el cambio necesario - descubrir sus propias respuestas y efectuar una serie de acciones que le llevan a dónde quiere llegar, en la forma en la que ella desea hacerlo.

 

2.       El coaching es la mejor forma para cambiar las cosas que no te gustan en tu vida actual

Hasta que no lo pruebas nadie puede decirte (ni siquiera tu) si el coaching es la manera más adecuada para  enfrentarte con los desafíos de tu vida. Somos diferentes, con distintas necesidades y expectativas, además en el proceso de coaching  también  cuenta la sincronización y “química” entre coach y cliente y la falta de ellas puede conducir a un rechazo hacia el método.  Pero si no estás segura de cual camino escoger para tu transformación personal, el coacing puede ser tu oportunidad para descubrirlo.

 


3.       El coaching es un gasto

En el único caso, en lo que el coaching se puede caracterizar como un gasto es cuando por falta de compromiso de parte del cliente el proceso se interrumpa para un tiempo imprevisible o termine antes del tiempo, sin poder cumplir con su función.  Sin embargo en el resto de los casos el coaching es una inversión, y muy buena además, ya que por ejemplo las empresas que trabajan con coaches, suelen recuperar hasta siete veces lo invertido en Coaching Empresarial.

 

4.       Los niños no pueden ser coachees

Sí y no.Sí se puede aplicar el coaching a los niños, de forma diferente por supuesto, pero la experiencia dice, que por su sinceridad, claridad y entusiasmo por todo lo que desean , les permite actuar conforme con su meta y consiguen lograrla en un  tiempo reducido en comparación con los adultos. Aunque es cierto, que en el caso de practicar coaching con ellos, el acuerdo lo firman los padres, así pues el proceso empieza con su aprobación y ellos pueden solicitar información sobre el proceso y lo que pasa en las sesiones, pero siempre con el consentimiento del menor y sólo en casos justificados y en el grado absolutamente necesario.

 

5.       El coach tiene que ser experto en el área en el que trabaja

Como el coach no aconseja, ni dice como hacer las cosas, no necesita ser experto en el área donde su cliente se mueve o en el problema, que su cliente desea resolver. Sus preguntas son las respuestas, ya que estas respuestas nacen en el interior de cada persona y la incentivan a fijar sus metas y a emprender acción inmediata para alcanzarlas paso a paso.


De todos modos, lo mejor que puedes hacer, es descubrir toda la verdad del mundo del coaching por ti mismo. ¡Adelante!

lunes, 18 de noviembre de 2013

Ahora o nunca

¿Si yo no estoy por mí misma, entonces quién estará? ¿Si sólo estoy y me preocupo por mí misma, qué clase de persona soy, qué valgo yo? ¿Y si todo esto no lo hago ahora, entonces cuándo lo haré?
Son tres preguntas bien profundas de un maestro antiguo de Talmud llamado Hillél. Os invito a reflexionar sobre ellas, pidiéndoos sólo una cosa: sinceridad infinita en vuestras respuestas.

¿Quién se preocupará por mí, si yo no lo hago?

Antes de contestar a esta pregunta, es importante, que reconozcas una verdad dolorosa: nadie sabrá nunca jamás vivir tus sentimientos, sólo los suyos propios.
Cuando yo te acaricio, nunca voy a saber cuáles son tus sensaciones, cómo te sientes mientras. Lo único que podemos conocer son nuestras propias experiencias. Puedes contarme las tuyas, pero yo nunca voy a entenderlas, nunca en la misma interpretación como la tuya. Yo soy la única, a quién puedo conocer por dentro. Es hora de empezar pues tomarme a misma en serio.

Cuando somos niños pequeños todavía sabemos lo que es bueno para nosotros y lo que no es, lo que queremos y lo que no. Sin embargo con el tiempo la influencia social y familiar y la educación escolar nos privan de esa capacidad.

– Hace calor aquí! – dice el niño.
– ¡Tontería! Hace fresquito aquí dentro, no te quites la chaceta. – replica la madre.
La frase más sencilla puede causar sentimiento de vergüenza en el niño, se cree que es él quien se equivoca, que no hace calor y que acaba de decir una tontería, porque su mamá es indefectible… y poco a poco empieza a perder su relación con la realidad. Aprende a no decir lo que quiere, empieza a mentir para defenderse. Miente, porque ha aprendido, que su propia verdad no es la bastante buena. Dice exactamente lo que sus padres y/o su entorno quieren escuchar. ¿Por qué lo hace? Porque para un niño es extremadamente doloroso descubrir, que sus padres no son sus amigos. No quiere reconocerlo, es más, para defender a sus padres, prefiere creer, que él es el malo. Si aceptaría el hecho, que sus padres no le toman en serio, sus padres de repente se convertirían en sus enemigos.
 Y para no tener que enfrentarse con el dolor, que esto le causaría, elige ocultar lo obvio.
Uno tiene que ser increíblemente fuerte y valiente para expresar y/o para asumir lo que está en nuestro interior. A menudo es más fácil mostrar lo que otros quieren ver, hacer lo que otros desean, lo que esperan de nosotros.
Incluso, después de un tiempo empezamos identificarnos con deseos, que no son nuestros y creemos que el deseo de la otra persona es la nuestra. Es locura pura, pues hasta un organismo mono celular sabe mejor lo que quiere que nosotros: busca la luz, porque sabe, que la necesita.
¿Para el ser humano por qué es tan complicado descubrir, aceptar y asumir sus propios deseos, lo que le satisface de verdad? 


¿Si sólo estoy por mí misma, sólo me esfuerzo por mí misma, entonces puedo ser una persona valiosa?

La segunda pregunta de Hillél nos invita reflexionar sobre nuestra posición en nuestras relaciones humanas, sobre ¿dónde nos ponemos en la escala jerárquica? Primero tenemos que cuidarnos de nosotros mismos y sólo después de los demás. El orden de sucesión es importante, primero yo y después las otras personas. Si cambiamos la sucesión, nunca podremos vivir en plenitud. Cenicienta por ejemplo no pudo cumplir sus deseos, necesitaba de una hada (una coach) quien le dijera: “¡Vete a bailar! ¡Qué les den a tus hermanas!
Es importante no confundir la ayuda con el sacrificio de sí mismo. Puedes es posible tratar bien a ti mismo, seguir tus propios deseos y en el mismo tiempo con tu energía sobrante apoyar a otros también. No es obligatorio sacrificar nuestra vida, sin embargo para muchos esto parece ser el camino más fácil.
A menudo se dice: “Estoy aquí, para cumplir tus deseos.”
Es puro sacrificio, más aun masoquismo. ¿A quién le beneficia eso? Para qué nos sirve, si después de morir la gente dice: “El pobre, era muy buena persona.”
¿Para qué sirve ese tipo de sacrificio de uno mismo?
Para nada. No cuidarse es irresponsabilidad. Quién vive de esa manera, tiene miedo.
¿Si no ahora, entonces cuando?

Pensamos, que nos sobra tiempo. ¿Pero qué pasa si en dos minutos nos sorprende la muerte? En cualquier momento podemos morir. ¿Por qué es tan difícil pues vivir? ¿Vivir de verdad? ¿Estar bien con nosotros mismos?
Por el miedo. El ser humano tiene tanto miedo de la vida y del amor como de la muerte. La mayoría de las personas teme muchísimo de ser aceptado y querido. Ya que en el amor no hay control. Si una vez decides entregarte a él, desde este momento todo depende de que la otra persona te ama o no.

Si nos aman, nos aterroriza la idea, que tal vez dentro de un día, una semana o un año ya no nos amarán. Es un estado de dependencia, sin embargo la dependencia no tiene por qué ser negativa. A fin de todo dependemos del oxigeno, del agua también. Estar en dependencia no es algo trágico. Sin embargo tenemos pánico de que alguien nos ame, porque detrás de la frase “Te quiero” a menudo sentimos, que el otro pretende algo más, que hay algún interés. El amor incondicional es desinteresado, si te amo, quiero dar;  lo que quiero, es que tú te sientas bien y no espero nada a cambio.

También tenemos miedo de decir lo que pensamos, lo que deseamos de verdad, por miedo a si lo hacemos, ya no nos van a querer. No nos van a necesitar. Hay una diferencia enorme entre actuar por amor o por miedo. El amor no hace daño a la otra persona, el amor la deja en paz; el amor no es deseo, no desea nada de nadie, el amor es esclavitud voluntaria…
(Inspirado por una entrevista con András Feldmár psicoterapeuta. )